La carrera de mi hijo

Había pensado otro título para este post, pero he decidido simplificarlo y, al hacerlo, me he dado cuenta de algo importante: la carrera es de fondo, a largo plazo.

Y eso me ha alegrado.

Ya comenté el otro día en facebook lo triste que me sentí cuando mi peque me dijo apenado que nunca ganaba corriendo, que quedaba el último.

Tú sí vas a entender la tristeza enorme que sentí en ese momento.

Una tristeza que va más allá de esa carrera… porque implica un proceso en el que llevamos más de 5 años, y con un retroceso muy importante.

Sí, la fisioterapia va muy bien, desde que lo llevo cada quince días ha habido una evolución tremenda y tengo esperanzas de que podamos evitar la operación.

Pero este mes hemos sufrido un pequeño retroceso, supongo que será por un nuevo estirón (dichosos estirones…).

Y justo hoy corrían en el colegio, dentro de la semana cultural, una carrera.

Mi hijo es un niño que se esfuerza mucho, en todo.

Se conforma, pero quiere hacer las cosas bien, y le gustaría ganar, claro… pero queda el último. Siempre queda el último corriendo.

Ayer me explicaba que se esforzaba todo lo que podía… pero seguía quedando el último. Yo le explico que no puede correr más porque estamos curando sus pies. Él lo acepta, pero tiene cinco años.

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Hoy corrían la carrera del pollo, y justo esta tarde tiene sesión de fisioterapia. Ojalá hubiera podido adelantar la fisio… o retrasar la carrera, para que hubiera corrido un poquito mejor.

Por motivos de trabajo no he podido ir a verlo correr. Y, ahora te digo, que casi lo he preferido. Me han pasado el vídeo y he roto a llorar… he llorado mucho.

¿Por qué? ¿Sólo es una carrera?

Seguro que tú puedes entenderme… Porque no estoy hablando sólo de una carrera. Estoy hablando de algo más profundo: una deformidad que no le permite correr bien. Mi pequeñín nació con los dos pies equinovaros, los dos pies zambos.

Lo he visto en el vídeo, cómo corría esforzándose al máximo… y cómo poco a poco le han ido adelantando todos…

Yo sólo deseaba que no quedara el último, para que tuviera por lo menos esa mínima recompensa a tanto esfuerzo.

Desde fuera no se ve, porque sólo es una carrera infantil, pero para mí, para ti, es mucho más…

Sin embargo, al escribir el título del post, me he reconfortado porque me he dado cuenta que la carrera de mi hijo no es la que ha corrido hoy, su carrera es de fondo, más larga, muy larga… es la carrera de su corrección.

Y esa, te aseguro, que esa la va a ganar.

Y tu peque también.

 

Lo que creí que no haría mi hijo… Y que sí ha podido hacer

Esta semana me apetecía escribir un post animado, sobretodo pensando en ti si estás en la misma situación que estuve yo hace unos cuatro años. Todavía embarazada y con un mundo sin explicar y sin hacer sobre mi cabeza. Y lo que es peor, sin tener a mi bebé todavía.

Así que hoy te cuento todas las cosas que se me pasaron por la cabeza, cosas negativas, y que luego la realidad ha sido muy diferente.

Pensé que mi hijo nunca…

  • Caminaría con los pies rectos. Pues sí, un milagro entendido como tal, porque visto cómo nació mi chiquitín a cómo está ahora… Eso sí, aún tiene sus pequeñas marcas de la corrección en su piel, pero qué más da… Apenas se notan ya, o me he acostumbrado, pero la verdad es que tienes que fijarte para darte cuenta. Adoro sus pies.
  • Jugaría al fútbol, esquiaría, saltaría… Vamos, que haría una vida normal de niño. Y sí, hace lo que quiere. Esquiar no esquía porque no lo hemos llevado, pero no porque no pueda.bobby-car-349695_960_720
  • Llevaría calzado normal. No ha llegado todavía ese momento, pero falta muy poco. Estoy haciendo la cuenta atrás…
  • Pasaría desapercibido. Lo primero que me vino a la cabeza es que llevaría un calzado ortopédico con hierros (nada que ver con la realidad). Una vez cumplió el año y dejó de llevar la férula Dennis-Brown para corregir sus pies, el calzado de horma recta pasa totalmente desapercibido como un calzado ortopédico, se diferencia muy poco de otro de horma normal.

Eso pensé y no fue así. Ya conté aquí cómo me sentí cuándo me dieron la noticia, cómo nos sentimos, porque en esto estábamos los dos: mi marido y yo. Sentimos todas estas cosas y nos imaginamos un niño que no haría lo que mismo que los otros niños, que no jugaría apenas con ellos y que estaría apartado, siendo especial.

Pero nada de esto ha sucedido. Mi hijo está a punto de cumplir cuatro años y lleva una vida totalmente normal, juega a lo que quiere con los demás niños, salta, corre, chuta la pelota… Si no lo decimos, nadie sabe que nació con los pies zambos.

También he de decir que todo esto lo pensamos antes de que naciera nuestro hijo, y de hablar con la traumatóloga, puesto que lo primero que hizo cuando llegamos en la primera visita fue asegurarnos que nuestro hijo quedaría bien y podría llevar una vida totalmente normal, como la de cualquier otro niño. Confiamos plenamente en ella y en su equipo, y así ha sido 🙂

Y hasta aquí por hoy… ¡Hasta la próxima!

Inconvenientes de la férula Dennis-Brown

Tener un bebé que lleva una férula Dennis-Brown no es un camino de rosas, tampoco de espinas, para qué decirlo, pero sí que resulta un poco más incómodo, sobretodo en el día a día.

Voy a hacer una lista con lo que a nosotros nos ha parecido más incómodas de la férula Dennis-Brown.

  • A la hora de ponerte a tu hijo en el pecho resulta algo más que incómodo, aunque acabas cogiéndole la postura que más te favorece a ti y a tu bebé, no es la postura más recomendable. Su torso acaba retorcido. Ombligo con ombligo es muy difícil. Para ello hay que ponerse en situación: el bebé está con las piernas abiertas y permanentemente posicionadas en esa postura, para colmo está la barra metálica que lo único que hace es estorbar. Mi hijo y yo terminamos adaptándonos, qué remedio, pero no fue todo lo bonito y cuerpo a cuerpo que hubiéramos deseado.
  • Se trata de una barra metálica, muy fuerte, así que pesa bastante, pero una vez que el bebé aprende a levantarla (y aprende pronto, estos niños adquieren una fuerza brutal en las piernas) es un riesgo continuo de que se dañe con ella, puesto que el bebé hace lo que todos: levantar las piernas una y otra vez, y en su caso las piernas llevan asociada esta barra. Para evitar que se hiciera daño le hicimos un protector acolchado.mispieszambos.com 2015100201
  • Igual que se puede hacer daño con la barra, daña todo lo que golpea con ella. Su cuna era de madera lacada de blanco, terminó toda llena de golpes y marcas bastante pronunciadas.
  • Al principio, cada vez que le teníamos que limpiar el culete y cambiar de pañal, le quitábamos la barra y las botitas, suponía un engorro y una pérdida de tiempo tremenda. A medida que se fue haciendo más mayor y no hacía cacas tan líquidas y extensas, fue manchando menos bodies, y la barra resultó ir hasta bien en esos momentos. Levantábamos la barra y con ella las piernas, resultaba hasta cómodo.
  • Con la barra no puede dormir de lado, sólo boca arriba.
  • Le cuesta un montón aprender a ponerse de pie (pero lo consigue), el nuestro aprendió a moverse de pie agarrado a algo arrastrando sus piernas.
  • El gateo es diferente, moviendo las dos piernas a la vez (con barra y todo), así que no llegó a gatear normal.
  • Se tarda un poquito más en en que el niño aprenda a andar, ya que no puede empezar a ello hasta que se le quita la barra (a partir del año). Nuestro hijo empezó a andar a los 17 meses.

Y, por su puesto, que mientras tu hijo lleva la barra no tiene libertad de movimientos con las piernas.

¿La ventaja?

Que con ella terminan de corregirse sus pies 🙂

A fin de cuentas, con esto es con lo que nos tenemos que quedar, porque es lo más importante. Y es con lo que nosotros nos hemos quedado.

Y hasta aquí por hoy… ¡Hasta el próximo viernes!

Primeros días con la férula de Dennis-Brown

Los primeros días con la férula Dennis-Brown no fueron fáciles, deseábamos pasar ya a esa fase, pero la verdad es que sobretodo a nuestro chiquitín le costó adaptarse.

Pensarás que después de varias semanas con las piernas escayoladas y la férula para las caderas, no debería haberlo notado mucho. Pero sí. Porque aunque las escayolas eran duras por el trabajo que estaban haciendo (no hay más que pensar que en cinco semanas le giraron completamente los pies), y eran muy molestas, el niño con ellas podía mover las piernas. No mucho, porque no podía doblarlas ni girarlas ni mover los pies, pero sí podía levantarlas. Algo es algo.

Hay que tener en cuenta que las escayolas, sin la férula, dan más movilidad (abrir y cerrar piernas).

Pero con la férula Dennis-Brown no. Con esta férula el niño no puede mover nada. Sólo subir y bajar las piernas (las dos a la vez, con aparato y todo). Pero eso se consigue un tiempo después, no al principio.

Para colmo se le hicieron unas heridas en los pies por la presión de las botas, tuvimos que volver a la consulta de Traumatología, lo curaron y nos derivaron a la ortopedia.mispieszambos.com 2015092501

Allí le pusieron un refuerzo en la parte de arriba de la bota, un almohadillado para que no se clavara en su delicada piel. Y es que estamos hablando de un bebé de un mes al que se le ponen unas botas de cuero rígido bien, bien apretadas, durante todo el día. Día y noche. Sólo se las quitábamos para bañarlo y vestirlo. Para cambiarle el pañal sólo sacábamos la barra, le cambiábamos de pañal, y se la volvíamos a poner.

Ese almohadillo se lo pondríamos ya en todas las botas, invento del ortopedista 😉

Total, que tuvimos que curarle las heridas durante varios días. Y poco a poco las heridas se curaron y él se fue acostumbrando a tener los pies completamente inmovilizados, a levantar la barra (arriba y abajo, arriba y abajo).

Y nosotros nos fuimos también acostumbrando, a cogerlo como podíamos, a ponerle ropa abierta por las piernas mejor, otro tipo de pijamas (todos los pies de los peleles cortados…). Esas pequeñas cosas que hacen todo un pelín diferente y complicado.

En el próximo post te explicaré los inconvenientes que tiene que tu bebé lleve una férula de Dennis-Brown.

Y hasta aquí por hoy… ¡Hasta el próximo viernes!

Inconvenientes de las escayolas en un recién nacido

Resulta paradójico lo que cambia todo cuando tu niño lleva escayolas, en las fotos que voy publicando puedes ver claramente cómo son las escayolas, así que puedes imaginar que lo primero que cambia (y eso nos dimos cuenta en cuanto se las pusieron) es que necesita más talla para la parte de abajo.

Así que puedes imaginar que en un bebé que ha nacido en invierno es difícil, porque normalmente van con peleles y para que la parte de abajo le vaya bien, la de arriba le tiene que ir grande. Pero así nos fuimos apañando.

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Foto de mi hijo con las escayolas

Otro inconveniente es el tema del baño. No se le puede bañar, así que lo único que puedes hacer es pasarle una esponja por el resto del cuerpo.

El inconveniente más duro es que tu hijo apenas puede mover las piernas, sobretodo al principio, porque el peso de la escayola le puede. Mi niño se enfadaba cuando intentaba moverlas y no podía, pero eso fue con la primera escayola, porque fue cogiendo fuerza y destreza para moverlas, eso sí, muy poquito. La parte buena es que adquiere una fuerza impresionante.

Otro inconveniente es la forma de cogerlo, resulta muy incómodo, y la posición para dormir (tiene que ser boca arriba). Además, nuestro pequeñín tenía el inconveniente que llevó también una férula para la cadera (la tenía muy laxa), así que se juntaba todo…

Y, por supuesto, que durante todo ese tiempo, que para nosotros fueron 5 semanas, no ves sus piernecitas ni sus pies. Y, te aseguro, que cuando has pasado por ello te hace muchísima ilusión verle sus pies y sus piernas, porque es una parte de su cuerpo de la que no has disfrutado, ni siquiera visto, durante más de un mes. Y un mes en un recién nacido es una eternidad. A nosotros nos hizo una ilusión tremenda cuando le retiraron las escayolas y pudimos verle las piernas y los pies, fue maravilloso.

Como ya te he comentado en un post anterior otro inconveniente es que no puedes saber el peso exacto de tu hijo. Lo haces estimado, pesando la escayola y descontando ese peso del peso de tu hijo con escayola. Pero, claro, no es lo mismo.

Y hasta aquí por hoy… Si necesitas cualquier aclaración, tienes una duda o quieres comentarme algo, no dudes hacer un comentario o ponerte en contacto conmigo a través del formulario de contacto de la pestaña “Quién soy”. ¡Gracias!